Queridos colegas y amigos del Foro que, después de algo más de diez años de historia, aún conserváis activa vuestra vinculación al mismo. Os envío este mensaje con el que, según el acuerdo que tomamos el trece de diciembre los trece asistentes, doy continuidad a la Asamblea que celebramos ese día en los nuevos locales de la Fundación Hogar del Empleado (Fuhem), en el Colegio Santa Cristina. Hubierais debido recibirlo hace varias semanas, pero el final del Adviento, la siempre ajetreada Navidad y un comienzo del año que diversas circunstancias no previstas han complicado mucho más de lo previsto han hecho que haya tardado más de un mes en hacéroslo llegar.
Os doy cuenta de las alternativas que fuimos exponiendo y, vosotros, desde hoy hasta el martes por la tarde, víspera de la reunión de la Permanente, ojalá lo hagáis todos, me hacéis llegar vuestros votos, a secas o razonados, como consideréis más conveniente.
Alternativa nº 1: El tiempo del Foro ha terminado. Damos por concluida su historia.
Alternativa nº 2: El Foro puede seguir como hasta ahora, pero abriendo espacios a la participación de seglares varias veces a lo largo del curso, en encuentros especiales, quizá en forma de tertulia, por la tarde, ampliamente publicitados, abiertos a todo aquel que quiera acudir.
Alternativa nº 3: El Foro debe dejar de ser “Foro Curas de Madrid” para recuperar la idea inicial, cuando, durante los cursos 2005/2006 y 2006/2007, funcionó como “Foro Fernando Urbina”. Abierto tanto a sacerdotes como a seglares y a religiosos, mujeres y hombres. Para lo cual la próxima Asamblea, de carácter constituyente, tras contactar con las personas interesadas y habiendo difundido la convocatoria, debería tener ya esa composición abierta.
Alternativa nº 4: El Foro como tal, con su actual estructura y sus actuales objetivos, debe darse por concluido. Pero podemos tratar de crear un ámbito nuevo de encuentro y diálogo no sólo sobre la renovación interna de la Iglesia y de la sociedad injusta sino sobre la espiritualidad en general. A tal efecto abriríamos una fase de contacto con personas y entidades interesadas, no exclusivamente del ámbito católico, con el fin de culminar en una Asamblea constituyente.
Hasta el martes por la noche vosotros tenéis la palabra.
Un abrazo. Jesús L. Sotillo