viernes, 23 de junio de 2017

Crónica de la Asamblea del 7 Junio de 2017

Crónica de la Asamblea del 7 Junio 2017
 En la Residencia Sacerdotal “Sagrada Familia”


El pasado día 7 junio celebró el Foro “Curas de Madrid” su quinta y última asamblea de este curso. En esta ocasión el encuentro tuvo lugar en la Residencia sacerdotal “Sagrada familia”, junto a la parroquia del mismo nombre, en la Vicaría II. Queríamos saber algo más de esta residencia y, al tiempo, empezar a diseñar la marcha del Foro durante el próximo curso.


La Asamblea contó con la presencia de diecisiete miembros del Foro, otros seis excusaron su asistencia por diferentes motivos. Unos y otros pertenecen al grupo de los que desde hace varios años venimos llamando “miembros activos”, un grupo que en el Curso 2016/2017 ha contado con treinta y un componentes.

ORACION INICIAL

El encargado de preparar y dirigir la oración inicial fue en esta ocasión Jesús Sastre García, miembro del Foro y que vive en la Residencia. En el marco de la reciente celebración de Pentecostés, comenzamos leyendo y escuchando un texto de  José Antonio Pagola. A continuación recitamos un salmo de Florentino Ulibarri, acompañado de estribillo cantado “Oh, Señor envía tu espíritu…”. Se leyó un pasaje de la 1ª Carta a los corintios (12,3-7.12-13). Dedicamos unos minutos al silencio y a la reflexión compartida y concluimos cantando la hermosa y esperanzadora canción de José Antonio Labordeta “Habrá un día”. 

INFORMACIÓN Y DIÁLOGO EN TORNO A LA RESIDENCIA “SAGRADA FAMILIA”

Acto seguido, pasamos al segundo punto del Orden del día: saber algo más sobre la Residencia sacerdotal, su historia, su organización, sus luces y sombras. Cobraron protagonismo en este momento de la Asamblea Jesús Sastre, como resiente, y Ángel Arbeteta, como conocedor de su funcionamiento.

Los terrenos donde se ubica pertenecían a la contigua Parroquia Sagrada Familia. Tras llegar a un acuerdo con una empresa dedicada a explotación comercial de aparcamientos, ésta construyó uno en los mismos, subterráneo para su uso particular, y por encima cuatro pisos, para uso de la parroquia o de la diócesis. El primero son dependencias parroquiales. La residencia, abierta en 1999, tiene sus instalaciones en el 2º y el 3º, disponiendo de doce habitaciones. Y en el cuarto viven las religiosas de la congregación de las Cooperadoras de Betania, encargadas del cuidado de los residentes.

Esta congregación, nos explicó Jesús Sastre, fue fundada por el sacerdote Pedro García Cerdán y la Madre Josefa Raquel en Valencia. Comenzó su andadura el 10 de mayo de 1925 con la idea de prestar atención a los sacerdotes enfermos de la diócesis. Desde entonces, fieles a su carisma inicial, ejercen su servicio pastoral desde tres casas en Valencia, una en Vitoria, otra en Toledo, esta de Madrid, y otras dos respectivamente en Ciudad de Méjico y en Lima.

Al principio las plazas se cubrieron con sacerdotes jubilados y con sacerdotes que habían venido a Madrid enviados por sus obispos para realizar diferentes estudios bíblicos, teológicos o pastorales. Lo cual, a juicio de Jesús Sastre, enriquecía la convivencia. Pero durante los años en los que estuvo al frente de la Vicaría Luis Domingo la situación fue cambiando y lamentablemente se perdió esa mezcla. Debido a ello hoy en día en la Residencia viven de forma permanente 9 sacerdotes, solo dos de ellos estudiantes y de ideología muy conservadora. La Comisión encargada de controlar su funcionamiento se reúne todos los años, pero nunca piden el parecer de los sacerdotes residentes ni sobre éste ni sobre ningún otro asunto. La atención que estos reciben por parte de las religiosas es buena, las instalaciones también son buenas y las hermanas se encargan de que se mantengan en buenas condiciones y de que estén limpias. El aspecto más deficitario, a juicio de Jesús Sastre, es el relativo a las relaciones entre los sacerdotes y a su atención espiritual. Existe muy poca comunicación entre ellos y no hay programadas por parte de la dirección del centro ni por parte del párroco actividades religiosas dirigidas específicamente a los mismos. 

Llegados a este punto, intervino en la conversación Ángel Arbeteta. Corrobora el análisis de Jesús Sastre e incluso describe la situación con tintes más oscuros y dramáticos, llegando a afirmar que entrar en una residencia para sacerdotes es bajar a los infiernos. José Manuel Coviella dice que, por la información que le proporcionan algunos de los residentes, la situación es similar también en la Residencia sacerdotal de San Pedro Apóstol, situada en la calle de san Bernardo. Jesús López Sotillo, miembro del Foro, pero también de la Congregación de San Pedro Apóstol de Presbíteros seculares naturales de Madrid, fundada en 1619, nos dice que dicha Congregación es la propietaria de sus instalaciones y que corre con buena parte de sus gastos, aunque la gestión de la residencia está en manos del obispado. Nos dice, asimismo, que D. Carlos Osoro anda tras lograr que los congregantes le cedan el usufructo de la misma, con vistas, piensan ellos, a transferir su gestión a una entidad privada no eclesial sino comercial, lo cual quizá pudiera derivar en un notable incremento de la cuota a satisfacer por los residentes o por la diócesis, si estos no pueden hacerse cargo de los mismos, so pena de rebajar la calidad de los servicios recibidos o de tener que reservar plazas para clientes no necesariamente sacerdotes a los que la empresa cobre mucho más.


A la vista de todas informaciones, consideran los miembros participantes en la Asamblea que el tema de los sacerdotes jubilados o enfermos y de las residencias para atenderlos reviste la importancia suficiente como para que el Foro lo analice con mayor profundidad. Jesús Sastre nos comenta que realizó un informe hace años sobre el asunto y le pedimos que nos lo haga llegar para ir disponiendo de más elementos de juicio.   (Seguir leyendo)