sábado, 1 de junio de 2019

Convocatoria VI Coloquio abierto Foro Curas de Madrid y Más


Será el próximo día 17 junio, de siete a nueve de la tarde, como las otras veces, en uno de los salones de la parroquia de la Sagrada Familia. En el anterior, el del 8 de abril, puesto bajo el lema “La gloria de Dios es el bien de sus criaturas”, por cómo desarrolló su intervención nuestra invitada, aunque hubo ocasión de hablar sobre las cuestiones que ella fue planteando al grupo, no lo hubo para dialogar expresamente sobre la cuestión que al hilo del lema del encuentro nos planteábamos: ¿Cómo podemos también nosotros, personal y colectivamente, contribuir hoy al bien de las criaturas? Por ello, nos ha parecido oportuno volver a reflexionar sobre este asunto, aunque planteado de otro modo.

Tomamos como marco de referencia el relato que contienen los capítulos 3 y 4 del Libro del éxodo. En el curso  del mismo Yahveh ʾElohím, sin dejarse ver directamente, habla con Moisés. Le dice que ha observado la aflicción de los israelitas en Egipto y que ha bajado para liberarlos y llevarlos a una tierra que mana leche y miel. Luego añade que el clamor de los hijos de Israel ha llegado hasta él, que ha visto la opresión que padecen. Pero, cuando continúa hablando, su discurso da un giro inesperado, un giro que desconcierta y asusta a Moisés: "Ahora, pues, ¡anda! Te envío al faraón: ¡Saca de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel!"




Moisés, como Jack Lemmon a Joe E. Brown en la escena final de Con faldas y a lo loco, le pone mil pegas, a las que Yahveh ʾElohím encuentra solución una tras otra, cada vez más impaciente, hasta que al acobardado Moisés no le queda más remedio que ponerse en camino para cumplir la misión que acaba de serle encomendada.

Con este relato de fondo, nos preguntaremos, en primer lugar, qué quejidos de dolor brotan hoy de la boca de los hombres y mujeres que viven a nuestro lado o de nosotros mismos, qué clamores quisieran o quisiéramos hacer llegar al Cielo. Y a continuación nos preguntaremos de qué "Egiptos opresores" nos pediría ese Yahveh ʾElohím veterotestamentario o el Dios, padre bueno, en quien creemos, que saquemos nosotros, con su ayuda, a las mujeres y a las hombres dolientes.


Tras los saludos iniciales y un breve momento de oración, Jesús Sastre nos presentará el tema. Y, enseguida, abriremos el diálogo, con el deseo de que ocupe la mayor parte del tiempo de nuestro encuentro y dé ocasión a que podamos intervenir cuantas más personas mejor.