Para los miembros de la Comisión Permanente es una gran alegría volver a ponernos en contacto con vosotras y vosotros para anunciaros que, un año y algo más de nueve meses después de nuestro último encuentro presencial, que celebramos el 10 de febrero 2019, os convocamos al que podríamos llamar “El encuentro del reencuentro”.
Lo estuvimos pensando hace días. La pandemia no ha desaparecido del todo, sino que rebrota una y otra vez, pero como la inmensa mayoría de nosotros está ya vacunada y el índice de contagios a día de hoy sigue estando está relativamente bajo, decidimos atrevernos a organizar ese reencuentro. Constituirá nuestra novena ocasión de estar juntos para reflexionar, dialogar y expresar nuestras opiniones. Guardando, eso sí, todas las medidas de seguridad que están vigentes.
Así pues, si no hay circunstancias que lo impidan, nos volveremos a ver el próximo día 15 de noviembre, a las siete de la tarde, en el amplio salón de la parroquia de la Sagrada Familia en el que nos hemos reunido en anteriores encuentros. Guardando las distancias debidas y con mascarilla.
Poco podíamos imaginar aquel lejano 10 febrero de 1019 que todos estábamos a poco más de un mes de enfrentarnos a una situación que nunca habríamos imaginado que tuviéramos que afrontar. Pero tal situación se produjo y no nos quedó otra que asumir cambios fundamentales en nuestro modo de vida. Y todo ello producido por un minúsculo elemento de la naturaleza, un virus, millones de réplicas de ese virus, que sin proponérselo nos iba a causar mucho daño e iba a poner patas arriba lo que creíamos que era sólido y estable. Mes tras mes han ido pasando los días, las semanas de éste largo y muy denso año y pico. Y nosotros, cada uno de nosotros, sabemos lo que hemos vivido y sufrido. Y lo que ha ido corriendo por nuestras mentes y nuestros corazones.
Ahora, sin que todo eso haya pasado todavía a la historia, sin que forme parte ya sólo de nuestros recuerdos, los católicos de todo somos convocamos por el papa Francisco a dirigir nuestra mirada y nuestro pensamiento hacía algo no tan misterioso e inquietante como el COVID 19, hacia “la sinodalidad”, que, sin embargo, también tiene algo de enigmático. Y hacia la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que ha de celebrarse en octubre de 2023, para tratar el tema “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”1.
Desde ahora hasta agosto de 2022 se va a desarrollar una primera fase preparatoria, como sin duda sabéis la mayoría de vosotras y vosotros. Ha decidido el papa que durante ese tiempo se lleve a cabo en todo el orbe católico una consulta a todos los clérigos y a todos los laicos y laicas que formamos la Iglesia de Roma. Quiere que ejerzamos de ese modo lo que ha dado en llamarse “la sinodalidad”, con unas dimensiones hasta ahora no experimentadas. Nos convoca Francisco a dar forma y a hacer llegar a los obispos, incluido el obispo de Roma, nuestra opinión sobre una serie de cuestiones, que aún no conocemos con exactitud cuáles van a ser, para que, debidamente articuladas, pasen a formar parte del primer y del segundo “Instrumentum laboris”, que se publicarán, respectivamente, en septiembre de 2022 y en junio de 2023. Dichos textos se entregarán a los padres sinodales, para su estudio y comentario. Y su contenido se debatirá, finalmente, en las sesiones de ese magno evento eclesial. Tras todo ello, el papa, como prescribe el Código de derecho Canónico, expondrá en una “Exhortación Apostólica”, las conclusiones que haga suyas, con las determinaciones que decida dar a toda la Iglesia para su cumplimiento.
Teniendo en cuenta lo que acabamos de decir, en la Comisión permanente acordamos que en nuestro “Encuentro del reencuentro” sería conveniente hablar sobre ambos asuntos, sobre lo vivido en la pandemia y sobre lo que el papa, como católicos, nos proponemos que vivamos en los próximos meses.
Así pues, en el Coloquio abierto del día 15 de noviembre, pasados los saludos iniciales, que sin duda serán cordiales y gozosos, no exentos de alguna pena, y tras un primer momento de oración, preparada por Marta Merino y Mila de Diego, las dos mujeres que forman parte de la Permanente, abriremos un primer momento de reflexión y de puesta en común. Orientados y coordinados por Jorge de Dompablo, dedicaremos la primera parte de nuestro encuentro a poner en común cómo hemos vivido religiosamente hablando todo lo referente a la pandemia. No se trata de que nos contemos cuántos familiares o amigos hemos perdidos ni cómo nos hemos adaptado a vivir el aislamiento o cómo hemos ido recuperando la nueva normalidad. Se trata de poner en común qué ha supuesto para nuestra espiritualidad este tiempo de contacto permanente con el miedo a enfermar o a morir y con quienes han enfermado y con quienes han muerto, y hasta con quienes niegan la gravedad de lo que está sucediendo y se oponen a las medidas propuestas por las autoridades civiles para remediarlo.
Tras este en primer momento, que puede ser importante, en la segunda parte de nuestra reunión volveremos los ojos hacia lo que desde el Vaticano nos propone el Papa, hacia esa consulta que, para poner en ejercicio la Sinodalidad, ha decidido llevar a cabo en todo el orbe católico. Desea que los obispos participantes en el Sínodo de 2023 lleguen al mismo conociendo las opiniones de los
católicos del mundo entero sobre una serie de asuntos en torno a los que se nos va pedir el parecer. No conocemos aún, sin embargo, cuáles van a ser las preguntas concretas a las que hayamos de responder. Pero, según hemos acordado, dedicaremos unos cuantos minutos del “Encuentro del reencuentro”, orientados y coordinados por Jesús L. Sotillo, a hablar sobre Qué preguntas nos gustaría que nos hicieran y nos gustaría responder, para contribuir al bien de la Iglesia católica, de sus miembros, de los hombres y de las mujeres en general y hasta de nuestro maltratado planeta.
No tenemos grandes pretensiones al planear el encuentro de esta manera. Nos mueve el deseo de conseguir que quienes participemos en él podamos expresar libremente, con sinceridad y hondura nuestra experiencia religiosa a lo largo de estos meses y nuestro parecer sobre la Iglesia actual y su futuro.
Os animamos encarecidamente a sumaros a este 9º Coloquio abierto del Foro “Curas de Madrid y Más”. Nos saludaremos con afecto, rezaremos y tendremos ocasión de reflexionar, dialogar y opinar sobre nuestra fe y el modo de llevarla a la práctica hoy en día, fieles a nuestra razón de existir como Foro.
Hasta el día 15. Un fuerte abrazo para todos y todas.
La Comisión Permanente.
6 de Noviembre de 2021
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